Alumno de 4º curso de Deseño Gráfico

Antes de elegir como destino Przemyśl pregunté a antiguos estudiantes que habían elegido esta ciudad y algunos de los estudiantes que vivían allí. Las respuestas me metieron bastante miedo: “Es un sitio muy aburrido y los estudiantes van a su bola”, “necesitas saber polaco para vivir aquí”. Aún así elegí Polonia (aún no sé muy bien porqué) y creo que fue el mayor acierto de mi vida.

Desde el primer día me sentí muy integrado, gracias sobretodo a mis compañeros de cuarto. Con ellos no hubo un día en el que me aburriera. La residencia es el lugar donde ocurre todo y todo el mundo tratará de ayudarte a encajar. Los profesores (en su mayoría) sienten pasión por lo que enseñan y eso se nota, y estarán encantados de recibir a cambio el mismo entusiasmo. Tienen además muchas actividades como deportes, club de baile, de ajedrez y fiestas para estudiantes que sirven para conocer a todo el mundo y pasar un buen rato.

Yo no puedo decir más que cosas buenas sobre Przemyśl, la gente y la experiencia. Y por último quiero dar un consejo: viaja todo lo que puedas, habla con todo el mundo, apúntate siempre a todo (nunca pensé que saldría en un periódico polaco por bailar) y ve con una actitud positiva. Las experiencias que te llevarás de allí valdrán oro.