Profesor de Deseño Gráfico

El pasado mes marzo tuve la oportunidad de participar en el programa Erasmus de la Unión Europea gracias a la coordinación del departamento de Programas Internacionales de la EASD Pablo Picasso de A Coruña. Una participación que en mi caso se produjo en calidad de profesor de este centro.

Como muchos ya saben el programa Erasmus promueve desde hace casi 40 años la movilidad de estudiantes y docentes de la educación superior dentro de los Estados miembros del Espacio Económico Europeo, Suiza y Turquía. Una iniciativa que en el año 1995 se inegró en un plan de mayor envergadura llamado Sócrates, y que amplia su ámbito de actuación a la educación secundaria y primaria, entre otros.

Mi participación en el programa Erasmus se desarrolló en la IADE Creative University, una escuela fundada en el año 1969 de la ciudad de Lisboa por António Quadros. La escuela se encuentra ubicada en la Avenidad de Dom Carlos, en un edificio de varias plantas que originalmente fue concebido como sede de una entidad financiera, y que hoy alberga a futuros profesionales del diseño, la comunicación, el marketing o la creació audiovisual.

Una de las cuestiones que más despertaron mi atención durante mi estancia en la IADE Creative University fue la numerosa presencia de estudiantes internacioneles. Además de alumnos procedentes de países de la Unión Europea, en el centro se escuchaban acentos de lugares como Brasil, Méjico o Chile. Esta situación me movió a reflexionar a cerca de que el diseño es ya un fenómeno de interés global en el que es importante tejer redes de cooperación, intercambio y trabajo a escala internacional.

En el transcurso de mi estancia coincidí con una alumna de la EASD Pablo Picasso que estaba cursando un año académico en la IADE de Creative University a través del programa Erasmus. Dado que su conocimiento del centro más preciso le solicité que me comentase las principales diferencias entre el sistema español y portugués, una petición a la que atendió exhibiendo gran criterio y profundidad en sus conclusiones.

La presencia internacional en el centro no se limitaba a los estudiantes, sino que también se extiendía a profesores de otras escuelas que realizaban estancias docentes. Ello me brindó la oportunidad de esuchar y compartir ideas sobre la enseñanza del diseño con colegas italianos, belgas o franceses. A través de esta interación constaté que si bien existen puntos de coincidencia en cuanto a los métodos, las prácticas y los enfoques todavía persisten algunas diferencias relacionadas con la identidad cultural de cada país y su contexo socioeconómico.

Otra de las cuestiones favorables que pude observar tiene que ver con el trabajo en grupos. Un número significativo de los proyectos que deben realizar los alumnos en sus diversas asignaturas se desarrollan en grupo. Este enfoque potencia el aprendizaje entre los estudiantes y la mutua transmisión de conocimiento, más allá de el conocimiento transmitido a través de la figura del profesor.

Durante mi estancia en la IADE Creative University se celebró la llamada “Semana Internacional”. Un evento que se extiende por espacio de siete días y en el que tienen lugar distintas actividades como visitas, charlas o talleres, y en el que tuve el honor de ser invitado a participar como ponente. Mi disertación versó sobre la creación de marca en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, y se orientó a alumnos tanto de grado como de postrado.

Cada uno de los días que conformaron mi experiencia en Lisboa me condujeron sistemáticamente a la misma reflexión: el programa Erasmus es una poderosa herramienta para alumnos y profesores. Una forma valiosa de aprender, descubrir y disfrutar del conocimento en cualquier ámbito del saber o el hacer profesional.