Profesor de Diseño Gráfico
Desde hace varios años venía mostrando interés por conocer en primera persona la práctica docente del diseño en Italia, un país con una sólida tradición en la materia. Finalmente, y gracias al programa Erasmus tuve la oportunidad de cumplir esta meta el pasado mes de abril de 2018 en calidad de profesor y representando a la EASD Pablo Picasso de A Coruña.
El lugar escogido para hacerlo fue la Academia di Belli Arti di Frosinone, una escuela de arte y diseño situada en una pequeña ciudad del sur del Lazio que se acerca a los 50.000 habitantes. Frosinone se ubica sobre una colina por encima del río Sacco, en el conocido como Valle Latino y a una hora en tren de Roma.
Actualmente en la Academia de Frosinone se imparten estudios en régimen de enseñanza profesional y superior vinculados a áreas tan heterogéneas como el arte sacro contemporáneo, la puesta en valor del patrimonio, el diseño de moda, gráfico e interior o la escenografía, entre otros.
Durante mi período en Frosinone me sumergí en la actividad docente de la especialidad de diseño gráfico de la mano del profesor Roma Marco y Pagnanelli Mauro Walter, tanto en el nivel de grado como de postgrado.Hay que decir que en Italia, la formación superior asigna tres cursos académicos al periodo de grado y dos para al de máster.
Además de estudiar la estructura académica de los estudios, mi interés se centró en conocer el contenido de las distintas asignaturas del currículum y de los trabajos que se desarrollan en cada una de ellas. Otro aspecto sobre el que mostré curiosidad a mis colegas de Frosinone fue la calendarización del curso y de los proyectos.
Me sorprendió favorablemente comprobar que una de las dos sedes de la Academia ejercía a su vez como museo de arte contemporáneo, con una programación, por cierto,con unos altos niveles de calidad y actividad. Como parte de la muestra permanente del museo se incluía obra creada por muchos docentes de la propia Academia de Frosinone.
También llamó mi atención la alta representación de alumnos internacionales, entre los cuales, los miembros de la comunidad china ostentaban un papel sumamente relevante en virtud a un acuerdo contraído entre las administraciones educativas Italia y la República Popular de China.
Como principal conclusión de mi experiencia en Italia extraigo la misma idea que he obtenido en estancias anteriores promovidas por el programa Erasmus, y es que la movilidad tanto de alumnos como de profesores constituye un factor sumamente enriquecedor para el desarrollo profesional e incluso personal de ambos colectivos.
